Qué quiero?

Estoy aquí, disfrutando de la calidez de mi espacio, y vuelvo a preguntarme: Qué quiero? A veces no es una pregunta fácil, y entonces exploro dentro de mí misma, y encuentro que quiero seguir sintiéndome, escuchándome, disfrutandome; y a la vez sintiendo, escuchando y disfrutando de quienes me permiten entrar en su espacio vital.

Viví por muchos años en un encierro emocional que me mantuvo lejos de mi misma, por decisión, por destino, por miedo, no sé. Y ahora que cabalgo por primera vez otros lugares de mi propia existencia, siento tibieza alrededor, y disfruto compartiendo mi espacio con quienes decido amar.

Es en muchos sentidos nuevo y maravilloso. Por ahora tengo claro que quiero sentir la conexión con el principal propósito de mi vida, por eso estoy atenta a todas las señales. Tengo claro que esta conexión requiere de paz interior, y trabajo en ello de manera activa. Sé que todo se encamina a la prosperidad total en mi Vida, que todo está a mi alcance, que solo hay que conectarse. Y enfoco mi energía hacia ese lugar.

Aun persisten inquietudes, y en algunas circunstancias me logro desestabilizar. Pero lo que si tengo totalmente claro, es que ahora mi tristeza, o mi angustia, o mi inquietud, tienen fecha de pronto vencimiento.

Hoy puedo decir que este ha sido el mejor año de mi vida. Y es porque he aprendido a reconocerme, me gusta lo que tengo, y puedo compartirlo. Es porque decidí ser alegre, y disfrutar de la Vida.

Sé que vienen muchas aventuras, y esto me emociona. Asi como me encanta escribir estas líneas... que propago y espero tengan en algun momento, eco en otra persona.

Acerca de la entrega

En realidad me sorprende, como de manera suave, cada espacio que llenas dentro de ti mismo, es fuente de poder que suavemente puedes compartir con los demás.

A veces nos esforzamos tanto para compartir espacios de nosotros mismos con los demás, y es porque no estamos llenos verdaderamente. Y a veces entregamos tanto de nosotros desde el vacío, que damos de lo que no tenemos, y entonces se genera un desbalance, allí no hay verdadero disfrute.

Pero hoy tengo el placer de sentir, y compartir, que cuando podemos entregar Amor, de manera sencilla y sin condiciones, la sensación es de total placer. Y cuando sucede que entregas de manera tan natural espacios de ti mismo, te das cuenta que has caminado, y aprendido, y llenado. Entonces uno da gracias a la Vida, por tanto andar, por tanto mirar, por tanto haber recibido que ahora puedes compartir.

Son días de intenso cambio, de intensa reflexión, de intenso ceder paso a nuevas condiciones, de gran apertura. Pero me siento agradecida con la Vida por poder compartir grandes espacios de mí misma con otros seres que la Vida misma ha puesto en  mi andar.

Gracias a quienes me muestran hoy que este camino andado, con sus ires y venires, del positivo al negativo, y viceversa, da frutos de diversas maneras, y hoy puedo compartir muchas cosas de mí misma, sin temor, con mucha libertad, suavemente. Eso me hace sentir feliz.

Aprendiendo a endulzar la palabra

Hay mensajes que nos llegan de diversos lugares, insistentes en confirmarnos algo fundamental. En estos días ha llegado a mí esta urgencia, de aprender a endulzar la palabra, a hablar con dulzura, a tomar importancia del tono de la voz.

Son años que he venido trabajando el poder de la palabra, comprendiendo este asunto tan importante en la construcción de nuestras vidas. Pero tal vez he tenido claro el concepto, y ahora veo que aun falta tanto por interiorizar, y más aun, por exteriorizar desde esta interna comprensión.

Y entonces empiezo a escuchar en estos días... a vivir con claridad, cómo es de necesario endulzar la voz, comunicar con dulzura, trabajar la intención de la palabra, empoderarse del verbo, y pedir con amor al universo. Cómo respetarnos unos a otros desde el uso de la palabra.

He empezado a escuchar mi voz, pero no logro hacerlo en todos los momentos. He escuchado mi voz en momentos de felicidad, y es una sensación deliciosa.

Y me ha sido mostrado cómo mi voz se expresa angustiosa en algunas relaciones, en la interacción con algunas personas, y en ciertas circunstancias. Cuánto comunica la voz! Pero por supuesto no se trata de impostarla, se trata de limpiar por dentro!

Qué bonito aprender a escucharse. Y estoy segura de que aprendiendo a escucharme, empezaré a aprender a escuchar mejor a los demás, a leer mejor a los demás, y hablar mejor conmigo misma y con los otros.

Daré toda la importancia a la dulzura. Decido esto para mi vida.

Y entonces me llegó una nueva gata a casa, pequeña y dulce, y estábamos con mi hija y mi mamá buscándole nombre, hasta que el nombre llegó: Misk'i , que en lengua quichua significa "Dulce". Y que se parece mucho a "Michi", que maravillosamente descubrí es la palabra quichua para nombrar gato!! Qué delicia encontrar en nuestra lengua expresiones integradas de nuestra tradición indígena, tan naturales para nosotros como esta.

Entonces comprendí cómo todo está enlazado, y cómo este pequeño ser vino a enseñarnos acerca de la dulzura que atrapa el corazón... que rodea de manera poderosa y encantadora. Que enamora.

Así estamos con esta Misk'i, totalmente enamoradas!!

Este es el camino de estos días, significa mucho en mi historia, y quiero concentrar gran parte de mi energía en trabajar este asunto. Para sanar, y volar....